Gran Cruz del Mártir Jacques de Molay



Escudo de Armas de la Orden de los Templarios del Reino de España



El Gran Prior General de la Orden de los Templarios del Reino de España, el Excmo. y Serenísimo Sr. Frey Miguel Lorenzo de Alba de Aliste y de la Fuente, Duque Templario de la Vera Cruz y Conde del Castillo de Alba de Aliste, en nombre del Consejo Capitular Nacional (máximo órgano entre Conventos que mantiene un Capítulo al más alto nivel con el Gran Maestre y Príncipe Regente de la Orden, S.A.E. Don Fernando Pinto de Sousa Fontes) ha concedido a S.A.R. el Príncipe Heredero Alfred de Tanna la Gran Cruz del Mártir Jacques de Molay, cruz al mérito creada este mismo año 2011 (893 de la Orden) para premiar méritos civiles, religiosos o militares.

Hay que destacar que S.A.R. el Príncipe Heredero Alfred de Tanna ha sido el primer condecorado con esta Gran Cruz al mérito y así consta en los archivos de la Orden en Lagoa, administrados por el Rey de Armas, depositario del "Archivum Heraldicum Ordinis Templi".

Jacques de Molay fué padrino de un hijo del rey francés Felipe IV en los años dorados de la convivencia entre la monarquía y el Temple, que se rompió cuando la avaricia y la ruina hicieron al monarca desplegar sus ansias de poder sacrificando, con la colaboración de la Inquisición francesa, a quien se había convertido en el Gran Maestre de la Orden de los
Caballeros Templarios y guardián de su enorme tesoro. El 18 de marzo de 1314 al amanecer, delante de la Catedral de Nôtre Dame, se consumó el más terrible crimen, perpetrado contra Jacques de Molay, que fué conducido a la hoguera cargado de cadenas después de largos años de torturas sufridos en las mazmorras de la cárcel de París. Así terminó la historia del que fuera el 23º Gran Maestre del Temple (1298-1314). Tendrían que pasar 391 años hasta 1.705, fecha en la que asumía la máxima autoridad de la Orden del Temple S.A.R. Philippe, Duque de Orleans y Regente del Reino de Francia, quien al ser elegido Gran Maestre, reivindicó la memoria histórica de la Orden y a uno de sus máximos protagonistas: Jacques de Molay. Para no olvidar esta tragedia y mantener vivo el recuerdo de este mártir, el Gran Prior General de la Orden de los Templarios del Reino de España, ordenó a un orfebre templario, internacionalmente conocido, la creación de una GRAN CRUZ que lleva, desde este mismo año, el nombre de Jacques de Molay.


 Gran Cruz del Mártir Jacques de Molay